por Shiniplushy 3: Un Decreto Real "No volveré a molestarte" se gira sobre sus talones y se marcha. Omi lo observo alejarse pensando en si
era él la persona que lo había ayudado en el laberinto
con tanta gentileza. "Será mejor que te vayas "
lo interrumpió Takatori "me ocupare de los
invitados" Inclinándose con cautela, intento apoyar el pie pero el dolor de su tobillo no se lo permitió apareciendo el señor Takatori a su lado. "Te ayudo a llegar a la entrada" se ofreció el señor Takatori. Omi no se vio en otra opción que
aceptar la ayuda del señor Takatori llegando al carruaje
donde Youji se percato de su presencia. "¿Por que decidió regresar después de tantos años?" "Para que más, quiere destruirme,
como ya mato a nuestro hermano, aunque eso nos daría
pruebas de que es un asesino" "Porque ese matrimonio nos habría salvado de la ruina" Youji pone su cabeza entre sus manos. "A que te refieres" Omi empezó a asustarse por lo dicho por Youji. "A que ya casi no nos queda nada de la fortuna" "Como has podido gastarte toda tu parte, te dije que no jugaras mas en el casino" Omi estaba cada vez mas enojado porque veía como su hermano había despilfarrado todo ese dinero. "Bueno si es por eso por qué no dispones de mi parte" Omi había dicho esas palabras de corazón podía posponer sus planes por un tiempo pues Youji se había visto obligado a cuidar a sus dos hermanos desde que murieron sus padres. "de tu parte ya he tomado y
tampoco queda mucho" "Si y tengo algo pensado desde hace tiempo pero necesito tu colaboración... como han pasado los años no me dado cuenta que mi pequeño hermano cambió mucho" Youji hablaba mientras miraba detalladamente a Omi, ya tenia la edad para casarse y en estos años se había transformado en todo un hombre frente a sus ojos. "bueno ya nos hemos pasado la fiesta de verano te tendré que presentar en sociedad en las de otoño" "Oye que estas hablando, no querrás que me case..." Omi se espanto con la idea pues no estaba en sus planes es mas ni siquiera lo había pensado. "no te preocupes no dejare que cualquiera se case contigo, pensaremos en alguien que nos convenga a los dos. A propósito, en serio no te hizo nada ese desgraciado" "no, solo me ayudo a llegar..." "y no te asustó..." "No..." no termino su frase
pues sabia que lo que había sentido era imperdonable. "En serio es más grave de lo que pense" Momoe le examinaba el tobillo a Omi. "No se preocupe." "No estoy preocupado..." "En serio, para mí que es otra cosa la que le preocupa joven Omi" "Que quieres decir" Omi se sintió incomodo con la pregunta, porque Momoe a veces sabias cosas que nadie le contaba y había cuidado de él desde que sus padres murieron y Youji se encargo de la casa. " Te acuerdas como pasaron las cosas" "Con respecto a qué, joven Omi" "A la muerte de Schuldich" "En verdad cree que lo mataron?" "¿Qué más puedo creer? Eso ha venido repitiendo Youji desde hace seis años" "Pero es usted el que debe juzgar" "Es que..." "Conoció al señor Crawford..." "¿Cömo...? Sí, lo conocí anoche..." Omi recuerda los acontecimientos sonrojándose. "¿Y qué opina, puede ser él un asesino?" "Es que es eso lo que no sé, estoy confundido" "Solo confíe en su instinto; vaya que si la atracción fue mutua..." "¡QUE!, cómo puedes decir eso yo debería odiarlo, lo odio" "Bueno y qué paso con su hermano." "Debe estar en la biblioteca, el compromiso con Asuka Takatori se rompió" "No resulto como el señor Youji quería." "¿Acaso tu sabias todo?" "Sólo conozco al Señor Youji...
será mejor que descanse" Momoe tapa a Omi con una
frazada para después cerrarle las cortinas de su
habitación, sabía que necesitaría mucha fuerza para lo
que vendría después. Un grito rompe los pensamientos de
Crawford, era alguien ahogándose, rápidamente se tira
al mar, rescatando a la joven que reconoció como la hija
de la reina Manxs. Cuando la sacó del agua ella le
explico lo sucedido siendo acompañada por él a su casa
donde su madre sale a su encuentro preocupada, más al
ver a Crawford a su lado; su hija la tranquilizo
diciéndole que él la había salvado cambiándole un
poco la mirada a la reina, Crawford y la reina pasan a la
mesa de la terraza. "¿Por qué?" Crawford pregunta extrañado "Por haber salvado a mi hija, por que más" "No se preocupe no deseo nada" "Eso es algo que no puedo creerte, las personas como tu siempre quieren algo" "Créame su majestad que no necesito nada..." dijo Crawford alejando de su mente ese oscuro pensamiento. "Ya te dije que tengo que agradecerte el que hayas salvado a mi hija" "Si lo sé majestad... en todo caso lo que deseo mas que nada no me lo puede entregar." "La venganza no es algo que pueda uno controlar a su antojo Crawford... solo Dios sabe" Crawford pensó mucho antes de
decidirse a responderle en lo que la reina quería, por
su mente pasaron muchas cosas, y luego se resigno a hacer
lo que pensaba, ojo por ojo, padre por hermano. "Y es..." "Un decreto real para que Omi Kudou sea mi esposo" Continuará...
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